Marcha lenta de transportistas en Madrid para reclamar la entrada en la Zona de Bajas Emisiones

El sector del transporte de mercancías por carretera en Madrid se encuentra en un estado de agitación a medida que se acerca la fecha del 1 de enero de 2024. Esa fecha marca el inicio de una serie de restricciones que afectarán a una gran parte de la flota de vehículos de reparto y transporte de viajeros en la ciudad, lo que ha llevado a una protesta contundente y una solicitud urgente de moratoria al Ayuntamiento de Madrid.

Las organizaciones líderes del transporte de mercancías por carretera en Madrid, ATA, ATG, CETM-Madrid, FENADISMER Madrid y AETRAM, han convocado una marcha lenta como señal de protesta. Este evento contará con la participación de más de cien camiones y furgonetas que recorrerán las calles de Madrid, partiendo desde la calle Mendez Alvaro y recorriendo emblemáticas vías de la ciudad como el Paseo del Prado, el Paseo de la Castellana y la Calle Alcalá, con la intención de llamar la atención sobre un tema que consideran de vital importancia.

La razón detrás de esta manifestación es la entrada en vigor de las prohibiciones de acceso a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el Centro de Madrid, a partir de la fecha mencionada. Estas restricciones se aplicarán a los vehículos de reparto que no cumplan con los distintivos ambientales tipo B y también incluirán limitaciones horarias en la realización de su actividad dentro de esta área.

Las asociaciones de transporte de mercancías consideran estas medidas excesivamente restrictivas e irracionales, ya que, en la práctica, resultarán en la exclusión de vehículos de transporte con menos de 10 años de antigüedad, incluso si han superado sus revisiones de la ITV y, en algunos casos, tienen un kilometraje extremadamente bajo. Según sus estimaciones, estas prohibiciones afectarán a aproximadamente el 60 al 70% de la flota actual que opera en esta área, tanto en lo que respecta al transporte de mercancías como al de viajeros. Esto plantea un riesgo evidente de desabastecimiento, así como un serio perjuicio para la movilidad en la ciudad de Madrid a partir de enero del próximo año.

Un sector particularmente afectado por estas restricciones es el de las mudanzas, en el que el porcentaje de la flota que no cumple con los distintivos ambientales necesarios supera el 80%. Esto podría resultar en dificultades significativas para las empresas de mudanzas y sus clientes, ya que no podrían acceder a la ZBE para llevar a cabo sus servicios.

Para abordar esta situación, el sector del transporte de mercancías y viajeros por carretera solicita una moratoria de tres años al Ayuntamiento de Madrid, hasta el 31 de diciembre de 2026, que permitiría a los vehículos profesionales con distintivo B acceder al Distrito Centro. Esta petición será discutida en el Pleno del Ayuntamiento, que está programado para el próximo 30 de octubre.

Además de la preocupación por las restricciones, el sector está particularmente indignado por el cambio de posición del Alcalde de Madrid. En su campaña para las elecciones municipales de 2019, el Alcalde prometió acabar con el llamado "Madrid Central" que su predecesora había establecido. Se comprometió a establecer un calendario flexible de renovación de la flota en colaboración con las asociaciones del sector. Sin embargo, estas promesas no se han cumplido, y el sector del transporte se siente decepcionado por el cambio hacia una política "ultraecologista" que consideran alejada de la realidad y las posibilidades de los transportistas madrileños.

En conclusión, el transporte de mercancías y viajeros por carretera en Madrid enfrenta desafíos significativos a medida que se acerca la fecha de implementación de las restricciones en la Zona de Bajas Emisiones del Centro de Madrid. Las asociaciones del sector están tomando medidas para protestar y buscan una moratoria que les permita adaptarse a estas nuevas regulaciones de una manera más sostenible y realista. La evolución de esta situación y la respuesta del Ayuntamiento de Madrid serán cruciales en los próximos meses para determinar el impacto en la industria y en la movilidad en la ciudad.